De ser Costa Rica junto con Uruguay en los noventa, dos de los países más iguales del mundo, actualmente es uno de los países más desiguales en Latinoamérica. El Estado pierde capacidad de asistir a los más necesitados y la dinámica económica consolida desigualdades, mientras la democracia resiste ante señales de riesgo. En el 2021 la desigualdad de ingresos medida por el coeficiente de Gini se estimó en 0,524, la cifra más alta desde 1987. La desigualdad social es la condición por la cual las personas tienen un acceso desigual a los recursos de todo tipo, y los servicios tipo de desigualdad social está fuertemente asociada a las clases sociales, al género, a la etnia, la religión, etcétera. Para enfrentar la desigualdad social y la pobreza es fundamental que se mejore sustancialmente, como en el caso de Costa Rica, la capacidad de ejecución de los programas y proyectos de las entidades que conforman el sector social.
Es necesario señalar que el Gobierno actual ha disminuido la pobreza, la desigualdad y el desempleo. Es pertinente establecer una red efectiva de protección social para los más desposeídos, y mejorar la definición e identificación de estos, integrar efectivamente a los más pobres a la red de protección social a través de acciones sectoriales y multisectoriales debidamente focalizadas y desarrollar acciones que sirvan para un adecuado nexo entre los programas sociales y las oportunidades de desarrollo para los más desfavorecidos, es fundamental erradicar la pobreza extrema.
Las causas de la desigualdad social son principalmente económicas, culturales y sociales. En algunas sociedades el desempleo y los bajos salarios son la principal causa de desigualdad. Se da también desigualdad entre los individuos que han obtenido un buen nivel de educación y los que no han podido tenerlo. Según Eduardo López “la desigualdad social es el resultado de un problema social, y no puede observarse meramente como un fenómeno natural. La desigualdad social es la condición por la cual las personas tienen un acceso desigual a los recursos de todo tipo, a los servicios y posiciones”. En el caso de Costa Rica la desigualdad entre los más ricos y pobres se incrementó y aumentado desde mediados de los 90 a niveles altos, según los estándares de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Es fundamental disminuir la informalidad laboral, crear fuentes de trabajo sostenibles y fortalecer la pequeña y mediana empresa establecer políticas que mejoren los salarios mínimos. Consuelo López-Zuriaga, portavoz de Oxfam/Intermón –una de las más prestigiosas ONG internacionales cuyos informes de situación sirven como referencia– hace un análisis radical: “La desigualdad afecta a todo el sistema internacional. Parecía un fenómeno característico de países en desarrollo, con rentas medias o bajas. Pero ahora también está afectando de modo alarmante a las naciones emergentes, a las nuevas potencias económicas, e incluso a países ricos con estructuras democráticas y una cohesión social amplia.
La desigualdad social la ha propiciado el modelo económico que se ha aplicado en Costa Ricas, donde privan los aspectos macroeconómicos como crecimiento del PIB, disminuir el déficit y el nivel de endeudamiento, y trae como consecuencia una disminución de los recursos destinados a los programas sociales. Investigadores con información adicional a las encuestas del INEC, investigadores concluyen que la inequidad en Costa Rica es mayor que la indicada con el coeficiente de Gini, debido a dinámicas económicas dispares y a la incapacidad del sistema político de atenuar las diferencias. Este es uno de los principales signos del menoscabo de las condiciones de bienestar en Costa Rica. “El resultado más sorprendente es el bajo porcentaje del ingreso total que absorbe el 50% con menos recursos”, cercano al 10% del total de ingresos de la población, con el agravante de que los datos muestran una tendencia de deterioro de las condiciones de vida.
Los investigadores concluyeron que el 1% de la población, los más ricos, reciben c una cantidad de ingresos que supera al que recibe en conjunto el 50% de la población ubicada en la parte más baja de la escala de riqueza. El Informe Estado de la Nación 2024 ha sido presentado, revelando un panorama complejo y desafiante para Costa Rica. A pesar de los avances en crecimiento y estabilidad macroeconómica, se ha evidenciado un aumento en la desigualdad y en la vulnerabilidad de las poblaciones más desfavorecidas. La mejora fiscal, según el documento, se ha logrado a costa de recortes en la inversión social pública y en infraestructura, lo que ha afectado a los sectores más necesitados. Es fundamental realizar un análisis transversal de la pobreza, desempleo y desigualdad y sus distintos componentes como pobreza, pobreza extrema, distribución del ingreso, concentración de la riqueza, nivel de empleo, valores, educación , mercado y cultura.
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